RD crecerá un 4.0 % en 2025, pronostica Banco Mundial, en medio de desafíos en américa

El Banco Mundial estima que la economía de la República Dominicana experimentará una expansión del 4,0 % en 2025, seguida de incrementos del 4,2 % en 2026 y del 4,4 % en 2027, según su informe más reciente sobre las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe.

Aunque la región sigue enfrentando un entorno internacional inestable, caracterizado por desafíos estructurales internos y presiones externas, como tensiones comerciales y la desaceleración de socios clave, el organismo reconoce la resiliencia de la economía dominicana, así como la de economías como las de Guyana y Argentina.

En contraste, el crecimiento regional se mantendría limitado al 2,3 % en 2025, con un leve repunte hacia el 2,5 % en los dos años siguientes. Esta cifra, no obstante, se mantiene por debajo del potencial que la región podría alcanzar, debido a factores como la baja productividad, la desigualdad en la educación y una población que envejece rápidamente.

En el caso de México, el informe indica una mayor vulnerabilidad frente a las nuevas medidas comerciales de Estados Unidos. La imposición de aranceles del 25 % sobre bienes que no cumplen con el T-MEC ha incrementado la incertidumbre económica, lo que se refleja en una previsión de crecimiento de apenas un 0,8 % en 2025 y un modesto promedio del 1 % para el bienio 2026-27.

Centroamérica y el Caribe presentan un panorama más favorable, con un crecimiento estimado del 3,3 % para 2025. Costa Rica y Panamá destacan con proyecciones positivas del 3,5 % y 4,1 %, respectivamente, gracias a un consumo interno sólido y al repunte de los servicios logísticos, especialmente los relacionados con el Canal.

Argentina se recuperaría este año tras una profunda recesión, con un crecimiento del 5,5 %, sustentado en sectores como la agroindustria, la energía y la minería. Las reformas macroeconómicas implementadas por su gobierno también contribuirían al avance sostenido proyectado del 4,3 % en 2026-2027.

Colombia y Perú presentan escenarios de recuperación gradual. Se espera que el país cafetero crezca un 2,5 % en 2025 y un 2,8 % en los años siguientes, impulsado por el consumo privado y un entorno monetario más flexible. En Perú, las proyecciones indican un crecimiento del 2,9 % en 2025, aunque la debilidad de la demanda interna y la incertidumbre política limitarán un avance más sólido.

Por otro lado, Brasil enfrentaría una desaceleración significativa, pasando de un crecimiento del 3,4 % en 2024 a un 2,4 % en 2025 y a un promedio del 2,2 % para 2026-2027. La menor inversión y un consumo más moderado inciden en este descenso, aunque la baja en las tasas de interés podría ofrecer cierto alivio.

Chile también experimentaría un crecimiento modesto, con un 2,1 % en 2025 y un promedio de 2,2 % en los dos años siguientes. La reactivación del sector minero y del consumo contribuiría al avance, pero la persistente incertidumbre institucional podría frenar nuevas inversiones.

El Banco Mundial advierte que América Latina y el Caribe continúan siendo la región con menor dinamismo entre las economías emergentes. Las limitaciones estructurales internas, junto con el contexto global incierto, afectan las proyecciones de crecimiento. A esto se suma el riesgo de ajustes fiscales más estrictos debido a los altos niveles de deuda pública y la presión sobre las finanzas estatales.

Finalmente, el informe destaca la influencia de las grandes economías globales. Una desaceleración en China, especialmente en la demanda de metales, impactaría fuertemente a exportadores como Chile y Perú. A su vez, una contracción económica en EE. UU. afectaría a México, Centroamérica y el Caribe, dada su dependencia de las exportaciones, las remesas y el turismo.