
El Movimiento al Socialismo (MAS), partido oficialista de Bolivia, anunció este jueves la expulsión del presidente Luis Arce, tras una evaluación interna de los resultados electorales y las denuncias en su contra por presunto desvío de fondos.
La medida marca una ruptura definitiva entre Arce y la organización fundada por Evo Morales, bajo cuyas siglas el mandatario llegó al poder en 2020.
El presidente del MAS, Grover García, informó en conferencia de prensa que la decisión fue adoptada tras un “análisis político y ético” sobre la gestión del mandatario.
“El compañero Luis Arce ha sido expulsado del MAS por desviar fondos del partido y traicionar los principios que dieron origen a este instrumento político”, afirmó García.
El dirigente señaló que la medida responde tanto a denuncias de corrupción como a los malos resultados obtenidos en las recientes elecciones nacionales, en las que el MAS perdió importantes bastiones frente a la oposición.
“Lamentablemente, su actuación debilitó la estructura partidaria y afectó la confianza del pueblo”, agregó.
Luis Arce, economista y exministro de Economía durante el gobierno de Evo Morales (2006–2019), fue considerado durante años su heredero político. Sin embargo, las tensiones entre ambos líderes se agudizaron tras el distanciamiento entre sus corrientes internas.
Arce, quien entregará el poder este sábado al presidente electo Rodrigo Paz Pereira, no ha reaccionado públicamente a la decisión del MAS, aunque sus allegados califican la medida de “represalia política” impulsada por el sector más radical del movimiento.
La expulsión profundiza la crisis interna del partido que gobernó Bolivia durante más de 15 años, ahora dividido entre el ala leal a Morales y los sectores moderados que respaldaban a Arce.

