
Los Dodgers de Los Ángeles confían una vez más en su fenómeno japonés Shohei Ohtani, quien abrirá el Juego 7 de la Serie Mundial frente a los Blue Jays de Toronto, en un duelo decisivo que definirá el campeonato de las Grandes Ligas.
El enfrentamiento se celebrará este sábado por la noche en el Rogers Centre, con Ohtani como abridor y Max Scherzer en la lomita por Toronto, en lo que promete ser un choque de titanes.
Tras su actuación en el Juego 4, donde permitió cuatro carreras en seis entradas y un tercio, Ohtani volverá a lanzar con solo tres días de descanso, una apuesta arriesgada pero necesaria para los angelinos.
El mánager Dave Roberts justificó su decisión con confianza absoluta:
“Este es el séptimo partido. Hay cosas que la gente no ha hecho, pero tienes que confiar en tus jugadores e intentar ganar un partido de béisbol”, afirmó.
La estrategia de los Dodgers apunta a aprovechar el rol de jugador de doble función de Ohtani, quien podrá seguir como bateador designado tras terminar su labor en el montículo, evitando así perder un lugar clave en la alineación ofensiva.
Dado su limitado descanso, Ohtani cubriría entre dos y tres entradas, antes de ceder el relevo posiblemente a Tyler Glasnow, quien selló el Juego 6 con su primer salvamento en MLB.
El cuerpo técnico también tendrá disponibles a Blake Snell y Roki Sasaki, pese a sus recientes altibajos, mientras Yoshinobu Yamamoto descansará.
Los Dodgers apuestan todo a la versatilidad y fortaleza de su superestrella para revalidar el título de campeones y coronar una temporada marcada por el dominio del jugador japonés.

