Con 16 años vistiendo la camiseta de las Águilas Cibaeñas, el jardinero central Juan Lagares se ha consolidado como un referente dentro y fuera del terreno. Su liderazgo y entrega marcan el ritmo del equipo en la preparación de cara a la temporada 2025-26 del béisbol invernal dominicano.
“Mi alma y mi corazón están aquí. Estoy dispuesto a dejar el pellejo en el terreno por este equipo, donde quiera que me necesiten, incluso si hay que hacerlo de receptor”, aseguró el capitán aguilucho, quien se ha convertido en un ejemplo para sus compañeros por su disciplina y entusiasmo.
El veterano jugador recordó con pesar la lesión sufrida la pasada campaña: “Me dolió mucho la temporada pasada cuando tuve un estirón en la pierna y, al intentar regresar por la situación del equipo en ese momento, la lesión se me agravó y no pude volver”.
Aún consciente de que sus años como profesional son limitados, Lagares mantiene clara su meta: “Sé que me quedan pocos años activo, pero moriré con esta camiseta. Por eso no quiero irme al retiro sin conquistar la corona 23 para mi equipo”.
El nativo de Constanza explicó que por tercer año consecutivo no participa en ligas de verano, decisión que le permite enfocarse en su familia y fortalecer su físico en el gimnasio. “Pese a que recibo ofertas de más de diez equipos de México y otras ligas desde que dejé de jugar en Estados Unidos”, aclaró.
En la campaña pasada solo disputó 22 partidos, aunque con buen rendimiento: bateó .319 con 23 hits en 72 turnos, incluyendo dos jonrones, siete dobles y 11 carreras impulsadas.
Lagares destacó la importancia de los entrenamientos tempranos para quienes no jugaron en verano: “Le damos gracias a Dios, primero, por estar aquí saludables, y también a las Águilas, que nos permitieron comenzar temprano. Creo que esto será de gran ayuda para los que no jugamos en el verano, ya que podremos entrar en forma”.