Rosario Espinal: los expresidentes deben aprender a irse del poder

La politóloga Rosario Espinal afirmó en El Sol de los Sábados, que para que la democracia dominicana se mantenga en el tiempo, los expresidentes deben asumir que su papel histórico no es conservar cuotas de poder político, sino retirarse una vez concluyen su mandato y permitir la renovación del liderazgo.

Irse del poder, no aferrarse

Espinal fue enfática al señalar que la permanencia indirecta en el poder debilita el sistema democrático.
“Lo primero es que en la República Dominicana sí vamos a tener democracia por mucho más tiempo.

Los presidentes salientes tienen que entender que su función no es mantener una cuota de poder, su función es irse del poder”, expresó.

Advirtió que, mientras no exista un consenso claro sobre ese rol, se seguirá repitiendo el mismo patrón político: “Ya no te puedes reelegir, entonces te haces presidente de un partido”.

Rechazo a liderazgos perpetuos

La politóloga dejó claro que no respalda que antiguos mandatarios encabecen partidos políticos.
“Yo, por ejemplo, no estoy de acuerdo con que el presidente del PLD sea Danilo Medina, ni estaría de acuerdo con que Abinader sea el presidente del PRM”, afirmó.

Añadió que haber presidido el país debe marcar un punto final en la carrera de control político, no una plataforma para seguir influyendo en las decisiones internas de los partidos.

El caso de Leonel Fernández

Rosario Espinal también se refirió a Leonel Fernández y su rol en la Fuerza del Pueblo.
“Leonel ni debería estar aspirando otra vez”, sostuvo, al recordar que desde 2012 ha planteado que el exmandatario ya había agotado su ciclo político.

Señaló que Fernández gobernó el país en tres ocasiones y que, tras la Constitución de 2010, quedó plenamente habilitado constitucionalmente, por lo que su función debía ser otra.
“Desde el 2012 he estado planteando que a él le correspondía irse a su partido a educar nuevos dirigentes, a formar nuevos dirigentes”.

Función histórica pendiente

Para Espinal, el legado de un expresidente no debe ser el intento permanente de volver al poder, sino contribuir a la formación de nuevas generaciones.
“Esa era su función histórica”, concluyó, al insistir en que la renovación política es clave para la estabilidad democrática del país.